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Control de Amoniaco a Comienzo del Empollamiento y Cuando Termina el Averío Anterior
El nivel de amoniaco al que los pollitos están expuestos durante la primera semana de vida es determinado en gran parte al trato que se le dio a la cama entre un averío y otro. Al final de un averío las aves están agregando miles de galones de agua a la caseta cada día. Durante climas fríos, reducir la tasa de ventilación como intento de mantener los costos de calefacción en un mínimo, puede causar que un gran porcentaje de humedad se mantenga en la cama.
La ubicación con más acumulación de humedad es el área cerca de las líneas de bebederos. De hecho, no es raro ver que la humedad en estas áreas al final de un averío sea 40% mayor que en el resto de la caseta. Dado que el agua es uno de los componentes clave del amoniaco, un incremento en humedad conduce a una mayor producción de amoniaco de la cama cerca de las líneas de bebederos. De hecho, estudios han demostrado que la producción de amoniaco en las áreas cercanas a los bebederos puede ser hasta 4 veces mayor a las demás áreas de la caseta.
Luego de que la parvada sale de la caseta durante climas fríos, la temperatura del aire dentro de la caseta disminuye rápidamente. Aunque este dato parezca trivial, esto puede causar problemas para los pollos que estarán ingresando en las próximas semanas. Esto se debe ya que tanto la evaporación de agua y la producción de amoniaco de la cama dependen de la temperatura. Dentro más fría este la caseta, menor será el amoniaco producido y menor la cantidad de humedad que es retirada de la cama.
En un sentido, dentro más fría la caseta, mayor será la profundidad del estado de hibernación en la que entra la cama. Si se agrega calefacción una semana después, puede aparentar como que las aves se acaban de retirar. El proceso de producción de amoniaco se retoma y los niveles de este incrementan rápidamente.
Como resultado, una de las claves para mantener los niveles de amoniaco a un mínimo al comienzo de un averío es remover la mayor cantidad de cama que produce amoniaco y luego trabajar en secar la parte que permanece. Dentro más rápido sea removido este tipo de cama, mayor será el tiempo que se tenga para secar la cama que permaneció y más fácil será controlar el amoniaco al principio del siguiente averío.
Retrasar el retiro de la cama de una caseta por unos días después de que las aves se hayan ido reduce efectivamente el tiempo de inactividad de la caseta porque la cama y la gallinaza debajo de la cama se secaran poco. La Figura 1 demuestra el promedio de humedad de cama extraída de distintas áreas cerca de los bebederos en 3 distintas casetas de la misma granja.
El día después que las aves se retiraron la humedad era del 45%. En los siguientes 7 días no hubo mayor disminución en la humedad de cama de esta área. Aunque no se midió el nivel de la torta debajo de la cama, es muy poco probable que este haya cambiado ya que el área superior no demostró algún cambio. En este caso, ya que la cama de estas casetas no fue removida por casi 7 días después de sacar las aves, desde una perspectiva de secado de cama, los días de inactividad pasaron a ser de 21 a 14.
Aunque se pueden usar productos a base de ácido para efectivamente reducir los niveles de amoniaco antes de ingresar las aves, que tanto dure este producto dependerá del índice de producción de amoniaco de la cama cuando este sea aplicado. Hay una cantidad precisa de amoniaco que cada libra/galón de cama en tratamiento podrá ser capaz de recudir.
Dentro mayor sea el índice de producción de amoniaco, más rápido será el desgaste de un producto de control de amoniaco y los niveles empezaran a elevarse nuevamente. Si antes del ingreso de las aves, no se ha removido gallinaza, y la cama no ha sido secada lo suficiente, el índice de producción de amoniaco puede ser tan alto que la capacidad de unión de amoniaco de un tratamiento de cama puede verse abrumada.
Para ayudar a asegurarse que las aves no serán expuestas a niveles excesivos de amoniaco durante el calentamiento, las gallinaza deben de ser removidas poco después de la salida del parvada anterior. Luego la caseta debería ser cerrada y ventilada en una manera similar como si las aves estuvieran presentes. Los ventiladores de ventilación mínima deben ser controlados con un temporizador.
Lo ideal es que el promedio de humedad relativa se mantenga debajo del 70%. Si las temperaturas durante el día son moderadas (+50oF), los ventiladores deberán ser operados continuamente. Si no se elimina el exceso de humedad de la cama dentro de la caseta, poca humedad será eliminada durante este proceso y es más probable que el índice de generación de amoniaco al comienzo del próximo averío supere cualquier producto de control de amoniaco que sea aplicado.
Michael Czarick Dr. Connie Mou
Extension Engineer UGA Poultry Science (PhD 2020)
(706) 540-9111
mczarick@uga.edu
www.poultryventilation.com
Traducido por PoultrySchool.com
info@poultryschool.com